Las discrepancias dentro del partido se deben a que existe una división entre los seguidores de Lenín Moreno y el expresidente Rafael Correa. / AFP


El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, respaldó ayer la destitución del mandatario Lenín Moreno al frente del movimiento oficialista Alianza País y confirmó su regreso a Quito para participar en una reunión del partido. “¡Por fin reacciona la Dirección Nacional de AP, atendiendo el clamor de la militancia, y en estricto apego al Estatuto!”, expresó a través de Twitter Correa, quien vive en Bélgica tras dejar el poder el 24 de mayo.

La dirección nacional de AP anunció el martes que resolvió “la pérdida inmediata de su dignidad como presidente del Movimiento Alianza País del señor Lenín Moreno” e invitó a Correa, presidente vitalicio de la agrupación, a acompañar el proceso de “reestructuración”.

“¿Quieren Convención? ¡Perfecto! Ahí estaremos, y veremos cuántos de los que han permitido tanta infamia, persecuciones, obscuros pactos con lo peor de la partidocracia, en nombre de la ‘gobernabilidad’, me pueden mirar a los ojos”, agregó el exmandatario.

En una medida rechazada por el buró político de Moreno por no haber sido tomada en convención nacional partidista, AP nombró como su presidente al excanciller Ricardo Patiño, una de las figuras clave del gobierno de Correa.

“Hoy hemos adoptado una decisión valiente (...). El presidente de la república llegó a la presidencia con el voto de más del 50 % de los ecuatorianos, no llegó con el plan de gobierno de la oposición, pero está aplicando el plan de gobierno de la oposición”, declaró Ricardo Patiño.

“Todo mi apoyo al nuevo presidente de AP, Ricardo Patiño”, dijo Correa a través de Twitter.

La disputa por el poder dentro del partido se agravó en el último mes al anunciar Moreno una consulta popular, que todavía no tiene fecha, para suprimir la reelección indefinida aprobada por el exgobernante, un paso que para muchos busca impedir el retorno de Correa a la presidencia en 2021.

Correa, por su parte, dejó abierta la posibilidad de promover una Asamblea Constituyente para la que sería candidato y que podría destituir a Moreno.

 

 

Las razones del conflicto

El movimiento oficialista, que desde que Moreno llegó al poder está profundamente dividido, acusó al presidente de gobernar con el programa de la oposición y atentar contra “la unidad orgánica” del partido. “La normativa interna considera como falta grave, entre otras, las acciones políticas que beneficien objetivamente a personas o grupos opositores a la política de la Revolución Ciudadana”, explicó la secre­taria ejecutiva del partido AP, Gabriela Rivadeneira.